Hay veces en que encontramos parte de la respuesta a
la inquietud intelectual, que nos abruma, alrededor de la idea del fútbol como
sistema complejo. La búsqueda no acaba, ni mucho menos, pero paso a paso hacemos
camino, crecemos y nos acercamos al saber. Enlazando con la teoría de los
sistemas, con las propuestas metodológicas derivadas de la periodización
táctica…, en ese maravilloso caldo de cultivo, encontramos este documental, que
se ha transcrito de manera libre para poder componer la presente entrada.
Documental: “El
fútbol, inteligencia colectiva”
Un film de Jean-Christophe Ribot
Producido por Mosaique Films y
Pois Chiche Films
Con la participación de FRANCE
5 / Año 2006
<<Un equipo de fútbol debe coordinar los
movimientos de once jugadores individuales para crear una inteligencia
colectiva. Los jugadores de un equipo forman un sistema complejo.
Según Pierre Parlebas, profesor de sociología de la
universidad Sorbona de París, “un equipo no es la suma de varios jugadores,
sino una interacción entre jugadores que crea algo nuevo”. El resultado es más
que la suma de las partes.
Joël de Rosnay, asesor científico en París, afirma
que “un sistema complejo está formado por elementos que interactúan entre ellos
organizados en torno a un propósito, a mayor número de elementos mayor número
de interacciones. Un equipo de fútbol es un sistema complejo formado por
elementos que interactúan y que tienen un propósito: combinar el balón entre
los jugadores para conseguir marcar gol y ganar el partido.”
En opinión de Jean-Philippe Rennard, profesor
universitario en Grenoble, “cuando decimos que un sistema es más que la suma de
las partes que lo forman, debemos insistir en que la simple asociación de los
comportamientos individuales no nos permite deducir el comportamiento del
conjunto. En matemáticas hablamos del principio de superposición, en otras palabras,
se combinan conductas individuales y por medio de esta combinación se obtiene
una conducta colectiva…pero en realidad no funciona así. El conjunto es más que
la suma de las partes.”
Para conseguir su propósito un sistema debe
encontrar la forma más apropiada. En el caso del fútbol el propósito es doble:
defender su portería y atacar la de sus contrarios. Christian Gourcuff,
entrenador del equipo Lorient Fútbol Club, nos dice que “es fundamental la
respiración del bloque, cuando perdemos el balón nos cerramos y cuando lo
recuperamos nos abrimos. Es como la respiración, es justo así, el juego es la
transición entre un estado y otro, cuando el juego se desequilibra, te quedas
sin aliento y comienzan los problemas.
Un equipo de fútbol es una micro sociedad, así que
el concepto de juego va más allá de los aspectos estratégicos, la estrategia
es, al final, simplemente un medio para poner en práctica ese concepto. Llegar
al punto de crear un concepto colectivo y límites colectivos es muy difícil, no
se trata sólo de conocimientos técnicos, hay que crear un clima en el que todos
quieran actuar en interés de la colectividad”
Entre los miembros de un sistema se crea una red de
relaciones, esto permite que las acciones de todos los miembros converjan en el
propósito o estrategia colectiva. Ese es el modelo en el que se basa la defensa
en zona, una estrategia increíblemente eficaz. Christian Gourcuff comenta que
“al contrario que en el marcaje hombre a hombre, en el que los jugadores se
colocan para cortar un posible pase y marcar al rival, en el marcaje en zona el
propósito es evitar el pase y, sobretodo, los pases en profundidad. Las líneas
están situadas en diagonal, lo que por un lado reduce los ángulos de pase entre
jugadores y por otro tienes el lateral cubierto por un compañero. En otras
palabras, si se elimina un jugador puede intervenir el compañero colocándose en
la diagonal. Hay menos posibilidades de que el balón vaya de un jugador a otro
por el campo, evitamos que se hagan pases, así que la única posibilidad del
contrario es elevar el balón por el aire: la trayectoria es más larga, hay más
tiempo para intervenir y es más cómodo para defender.” En este sentido Arrigo
Sacchi concluye que “el fútbol nace del cerebro, no de los pies. En el juego en
zona tienes que pensar, en el marcaje hombre a hombre lo que manda es la
fuerza…en zona manda la inteligencia.”
La organización colectiva ofrece un abanico de
posibilidades diferentes a cada miembro del sistema, pero en el campo el
jugador es el único responsable de sus actos…tiene que tomar decisiones. Se
necesita la educación por repetición de cómo decidir. Antonio R. Damasio,
profesor universitario de neurociencia en California, defiende que “para el
futbolista de un equipo, parte de la educación se hace mediante la acción y a
través de algo que llamamos inteligencia corporal motora”. En la misma línea, Christian
Gourcuff afirma que “el entrenamiento prepara a los jugadores para hacer lo
mejor en cada acción individual. No hay motivo para que la expresión individual
contradiga la expresión colectiva. La expresión individual será incluso más
notable si la colectiva lo es. Permite que todos alcancen su mejor nivel, por
eso una unidad colectiva fuerte no debe anular las habilidades de sus miembros,
si no resaltar sus dotes y, quizás, limitar sus debilidades.”
Para Arrigo Sacchi “el talento es imprescindible
para conseguir buenos resultados pero no debe ser un fin en sí mismo, debe
complementar el talento de los demás. (Para formar parte del colectivo) tienes
que jugar con tus compañeros de equipo, para tus compañeros…siempre y en todos
los campos.”
En un partido de fútbol se enfrentan dos sistemas
movidos por un mismo propósito: mantener su estructura y crear el caos en la
contraria. Como nos dice Pierre Parlebas, “el fútbol es un espectáculo dentro y
fuera del terreno de juego. Cuando ves un partido de fútbol, aprecias los
movimientos constantes de las líneas hacia delante, hacia atrás, diagonales,
líneas de defensa, espacios que se abren…Se empieza con dos sistemas pero en
realidad hay un único sistema que funciona de forma muy específica y cuya
relación con el espacio es genuinamente estética”.
La inteligencia colectiva se manifiesta cuando cada
individuo toma consciencia de su rol en el conjunto donde interactúa.>>